Sin ninguna duda la talla más conocida y utilizada de los diamantes es la talla brillante. Si la talla del diamante no es demasiado buena parte de la luz no se refleja y este pierde parte de su atractivo.

Curiosamente cuando la gente se interesa en comprar un diamante he observado que vienen muy informados sobre el peso, el color y la pureza, sin embargo parece que no dan importancia a lo que posiblemente sea lo más importante… LA TALLA.

La talla es el factor determinante para el brillo del diamante. Si la talla del diamante no es demasiado buena parte de la luz no se refleja y este pierde parte de su atractivo.

El término “talla” en el caso del diamante incluye dos conceptos: la forma del diamante, y la calidad de las proporciones.

En muchas ocasiones los clientes tienden a pensar que un brillante y un diamante es diferente, pero en realidad se equivocan. Un brillante es un diamante y un diamante es un brillante, lo que ocurre es que erróneamente se ha llamado comercialmente brillante al diamante, un error que posiblemente iniciaron los propios joyeros por políticas de marketing.

 

La talla brillante

La talla brillante moderna consta a partir de la publicación en 1919 de un estudio teórico técnico realizado por Marcel Tolkowsky.

En él se fijaban las proporciones adecuadas para que un diamante de esa talla presentara el máximo brillo y dispersión.

La talla brillante está constituida por dos partes principales, una superior denominada corona y otra inferior llamada culata.

Ambas están separadas por una banda irregular llamada filetín.

El vértice de la culata se denomina “culet”.

Un brillante es por lo tanto la talla redonda del diamante, con un total de 57 facetas (58 si el culet estuviera presente), de ellas 33 en la corona y 24 en la culata.

 

Partes de la talla brillante.

Cuando la luz incide en un diamante, parte se refleja y parte se transmite en su interior. La cantidad de luz que se refleje o penetre en el brillante depende de dos factores: brillo y lustre.

  • Lustre: La cantidad de luz reflejada en la superficie. En el diamante el lustre es muy elevado, calificándose como “adamantino”, que es el grado más alto que puede presentar una sustancia transparente.
  • Brillo: es la luz que sale por la tabla desde el interior de la gema. No obstante lo habitual en nuestro idioma es usar el término brillo para designar el conjunto de ambas cosas.

Pérdida de brillo en diamantes con proporciones defectuosas.

En general, las proporciones que definen la calidad de la talla brillante son:
• el diámetro de la tabla
• la altura de la corona
• la profundidad de la culata

Generalizando podemos decir que se deben considerar como proporciones buenas las comprendidas en los siguientes valores:

• Diámetro de la tabla: 53 a 64%
• Altura de la corona: 12 a 15%
• Profundidad de la culata: 42 a 44 %

 

Tallas fantasía

La talla brillante es la más representativa para el diamante, por varios motivos:

• Es la más tradicional y la que más se vende. Su demanda supera ampliamente la de todas las demás tallas.
• Es la que proporciona al diamante más brillo y dispersión, y por lo tanto, el mejor aspecto.

Sin embargo, el diamante se talla en muchas otras formas y tipos de talla:

• Tallas princesas
• Tallas peras
• Tallas esmeraldas
• Tallas ovales
• Tallas corazón